Título: "El devorador de libros"
Autor: Antonio Gómez Yebra
Ilustraciones: Estrella Fages
Editorial: Algaida
Esta lectura trata de un grillo llamado Monti que le cuenta una anécdota que él había vivido a un niño llamado Raúl. La anécdota trataba de una fuerte tormenta con unas grandes rachas de viento que llegó hasta el territorio de Monti, que se llevó a sus familiares y amigos, pero que él había conseguido sobrevivir agarrándose fuerte a las plantas, ramas...
Autor: Antonio Gómez Yebra
Ilustraciones: Estrella Fages
Editorial: Algaida
Esta lectura trata de un grillo llamado Monti que le cuenta una anécdota que él había vivido a un niño llamado Raúl. La anécdota trataba de una fuerte tormenta con unas grandes rachas de viento que llegó hasta el territorio de Monti, que se llevó a sus familiares y amigos, pero que él había conseguido sobrevivir agarrándose fuerte a las plantas, ramas...
En
ese momento la madre de Raúl dice:
- Raul
apaga la luz y no hables más solo.- Sí, mamá, ya voy... - contestó Raúl.
Después
de que Raúl apagara la luz, se le enciende una a luz a Monti, y era
porque le cayó un rayo... Entonces Monti tenía hambre y se comió
un diccionario así que se aprendió todas las definiciones. Al otro
día la madre despierta a Raúl con refranes; Monti le dice a Raúl:
- ¡Qué
interesantes son los refranes, yo quiero comerme ese libro para
saberme todos los refranes!
Monti
se va con Raúl al colegio y le dice que si su profesor, el de Raúl,
sabía algún lugar donde hubiese algún libro de refranes. Raúl se
lo preguntó y el profesor respondió que sí, en la biblioteca del
colegio había. Monti se dirigió hacia allí y le dijo a Raúl que
ya se verían. Monti se encontró con Raúl en su casa. Monti estaba
moribundo y le dijo que estaba así porque se encontró dos libros
muy interesantes “Don Quijote de la Mancha” y “El refranero”.
Después le atacó un gato y él le mordió la oreja y perdió sus
energías. Cuando Monti terminó de hablar le pidió a Raúl sus
últimos deseos: que leyera mucho y que cuando muriese le llevara
colgado como si fuera un pin. Cuando Monti terminó de decirlo se
murió.
Javier
Sanchidrián Barragán, 6º C
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